Los ecosistemas de montaña están recibiendo mucha atención debido a su importancia en la provisión y regulación de los recursos hídricos, un fenómeno que es especialmente importante en los ecosistemas de altura de los Andes del norte (páramos). Si bien es ampliamente aceptado que la capacidad de los suelos para regular los flujos hidrológicos está básicamente dada por su estructura y su contenido de materia orgánica, esta capacidad también podría estar influenciada por las diferencias en la naturaleza y espesor de la cobertura del suelo en diferentes tipos de vegetación. Mediante una serie de ensayos de infiltración de agua en el suelo en localidades con diferentes tipos de vegetación o usos del suelo en un páramo ecuatoriano, evaluamos la contribución relativa de la cobertura de vegetación rastrera a la capacidad de infiltración de agua en el suelo. Las tasas de infiltración fueron extremadamente altas en las zonas arbustivas y en el bosque de Polylepis, pero decrecieron marcadamente en los pajonales, los bosques de pino y los senderos de paso de ganado. En todos los casos, la capa de vegetación rastrera contribuyo significativamente a la capacidad total de infiltración, como se demuestra por la disminución de las tasas de infiltración que reportamos cuando esa capa fue removida experimentalmente. El manejo y la restauración de los ecosistemas de montaña se debería concentrar en la recuperación de la heterogeneidad a nivel del paisaje y en la protección de las capas vegetales rastreras que regulan los microclimas del suelo y proveen una mayor capacidad de infiltración de agua.
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