LA RELACIÓN HUMANOS-AVES A TRAVÉS DEL TIEMPO EN EL ECUADOR

Resumen

Durante gran parte de la prehistoria humana, las aves no solo fueron una fuente de alimento, sino también de ornamentos, inspiración y significados religiosos, a más de constituir un puente entre el mundo material y espiritual. A medida que el ser humano pobló la región Neotropical, se encontró con la avifauna más diversa del planeta. Sus interacciones con las aves quedaron registradas como rompecabezas y enigmas osteológicos en depósitos arqueológicos. Los humanos, como depredadores selectivos, han dejado ensamblajes de huesos en contextos arqueológicos que requieren un cuidadoso análisis taxonómico para estudiar diversos temas, tales como la importancia cultural de las aves, los patrones de explotación de recursos naturales, la capacidad de las especies para resistir a los cambios de hábitat, su resiliencia frente a la cacería y la paleoecología del Ecuador. En los sitios arqueológicos ecuatorianos estudiados hasta la fecha, la mayoría de las especies de aves son aquellas que abundan en paisajes agrícolas y fueron cazadas de manera oportunista con relación a su abundancia. Sin embargo, se registran ausencias de especies comunes en algunos sitios, posiblemente reflejando tabúes o la presencia de alternativas más apetecibles o energéticamente más provechosas. Por otro lado, se hallan especies que fueron sujetas a comercio de mediana o larga distancia probablemente por sus plumas. En los sitios con un número suficientemente alto de especímenes se pueden detectar cambios en la distribución de las aves, que en muchos casos se deben a alteraciones antropogénicas del paisaje. Estudiar la arqueo-osteología de las aves en el Neotrópico es un reto, ya que la mayor parte del material comparativo está depositado en museos de Norteamérica y Europa. Por la dificultad de transportar restos arqueológicos a diferentes países, el uso de tecnologías avanzadas como la microtomografía o fotogrametría serán importantes para avanzar la zooarqueología en Ecuador.