Hacer hervir el agua en el valle de Valdivia: Formas de vasijas y el brillo de las nubes en período formativo temprano en la costa de Ecuador

Las imágenes que conforman la sección Videre en esta edición, son parte de un proyecto artístico de Max Stolkin. El proyecto se titula Hacer hervir el agua en el valle de Valdivia: formas de vasijas y el brillo de las nubes en el periodo formativo temprano en la costa de Ecuador. Y es un ejercicio de ficción que junta ideas de arqueología y meteorología. 

Hace 5000 años, un poco de agua se hirvió en una vasija de barro en el valle de Valdivia. El vapor que se evaporó, ocupó un pequeño rol en la condensación de la humedad de una nube que se formó por encima. La precipitación de esta nube cayó luego sobre un depósito de arcilla.

Desde hace poco tiempo, está disponible la información satelital de larga data que permite mirar variaciones de nubosidad y el brillo de las nubes sobre el océano Pacífico tropical.

Estos nuevos conjuntos de datos tienen grandes implicaciones para los arqueólogos dedicados al estudio de los antiguos complejos cerámicos que se desarrollaron directamente bajo estos patrones climáticos hace 5000 años. Al mismo tiempo, los meteorólogos también pueden hacer uso las investigaciones de los arqueólogos que han trazado la evolución de las tradiciones cerámicas facilitadas por la precipitación de las nubes que estudian.

La arqueología, a diferencia de otras disciplinas científicas, no tiene un sistema único universalmente reconocido de clasificación y nomenclatura. Cada investigador puede inventar su propio marco de referencia. Se han publicado varios comentarios sobre la teoría de la clasificación de cerámica, y los autores difieren mucho en los procedimientos por los cuales los tipos cerámicos deben ser descritos.

Y la arcilla en sí es un material cambiante. El contenido de humedad le da plasticidad; con el tiempo, la lluvia que penetra en los depósitos de arcilla funciona en las estructuras de sus plaquetas moleculares. Esta película de humedad permite que la arcilla se doble y se estire sin agrietamiento. Esta calidad de plasticidad permite a quien moldea las vasijas doblar las paredes de arcilla de formas particulares.

A medida que esa persona moldea las paredes de la vasija, la humedad dentro de la arcilla se evapora y la arcilla se vuelve más firme, pierde su plasticidad, pero ahora es capaz de soportar el peso de otras capas en sus paredes. El constructor de las vasijas maneja las extensiones horizontales y verticales de la forma a través del espacio, equilibrando el contenido y la evaporación de la humedad en la arcilla, por tanto, los contornos de la vasija están íntimamente relacionados con el clima.

Los arqueólogos estudian los contornos, las características superficiales y las formas de estas vasijas antiguas para comprender mejor cómo se desarrollaron estas tradiciones de cerámica.

Los nuevos datos sobre las características precisas y los patrones de nubosidad tropical bajo los cuales se hicieron estos trabajos en arcilla son, por lo tanto, motivo de gran entusiasmo para los investigadores que participan en estos tipos de análisis.

Los estudios de tiempo-longitud del brillo de las nubes sobre el océano Pacífico tropical pueden dar una nueva luz sobre la evolución y la distribución temporal de los distintos tipos de cerámica de Valdivia.

Durante mucho tiempo hemos utilizado métodos en los que las curvaturas contenidas en un solo fragmento de cerámica pueden construir una imagen completa sobre la forma de la vasija de la cual ese fragmento fue parte.

Ahora podemos extrapolar mucho más allá de la simple clasificación y ordenación de los contornos de las vasijas.

Ahora podemos también incorporar estos nuevos conjuntos de datos meteorológicos en nuestros esfuerzos para trazar desde la curvatura de un fragmento de cerámica Valdivia hasta la representación precisa de una sola nube –su altura, brillo, contenido de humedad, velocidad o dirección de viaje–, tal como pudo haber ocurrido sobre un asentamiento Valdivia hace 5000 años.

El siguiente esquema es una sugerencia inicial de cómo los miembros de la comunidad arqueológica podrían incorporar estos datos en su análisis de los complejos cerámicos del Período Formativo Temprano del Ecuador Costero.

Al mismo tiempo, los meteorólogos también pueden incorporar los conjuntos de datos arqueológicos en sus estudios de sistemas meteorológicos tropicales. Si desean obtener una perspectiva histórica de los sistemas meteorológicos que miden, ciertamente harán uso de las clasificaciones de los contornos de las vasijas como registros antiguos de los mismos datos que ahora recogen con las mediciones satelitales.