C U M B I A. cantos de resistencia / cantos migrantes
Recepción: 24 Septiembre 2021
Aprobación: 24 Octubre 2021
Cómo citar: Arrieta, F. (2021). C U M B I A. cantos de resistencia / cantos migrantes. En post(s), volumen 7 (pp. 286-325). Quito: USFQ PRESS.
Resumen: El siguiente texto es la huella escritural de un performance creado en 2019, en el que rastreo el origen de la cumbia como canto de resistencia y su adaptación en formas de existencia que actualizan las memorias ancestrales para bailar en la calle. En el texto acudo a voces cantadas, escritas, bailadas y susurradas, todas ellas robadas, que invocan círculos de reconocimiento colectivo, a través de la liberación, el goce y el baile. Parte de esta huella son enlaces a una selección de cantos que la acompañan para hacer bailar al lector mientras lee.
Palabras clave: cumbia, memoria, resistencia, baile, cantos.
Abstract: The following text is the scriptural trace of a performative act, created in 2019, in which I track the origin of cumbia as a song of resistance and its permanence in forms of existence that update ancestral memories that are danced in the street. In the text I resort to sung, written, danced, and whispered voices, all of them stolen, to invoke circles of collective recognition, from liberation, enjoyment, and dance.
Keywords: cumbia, memory, resistance, dance, songs.
Cantos en círculos
Persiguiendo el rastro de la c u m b i a colombiana, procedente de África occidental, matizada y apropiada por la cultura mexicana, organicé una cartografía de cantos:
vibraciones,
susurros,
latidos,
gemidos
que evocan y convocan fuerzas, historias, reuniones y ritmos, reconociendo formas de adaptación, transformación, apropiación, duelo y celebración en voces, sonidos, paisajes, trazas de ritmos y cantos que, todos en resistencia, apelan tanto a la m e m o r i a como a las políticas de e n c u e n t r o y r e s i s t e n c i a .
Cantos para abrir los caminos
El gesto es el baile porque vincula y
relaciona.
El baile de la c u m b i a pone
en relación cuerpos, tiempos, territorios, misterios,resistencias.
Hacer mundos desde el baile.
Hacer mundos
bailando
Colección de fragmentos de mundos que toman
forma en el baile, en los pasos, en
las vueltas
en
la
mano
que
abraza
la
cadera
En el encuentro de
miradas mientras el mundo gira alrededor.
Construir una memoria que me
toca inventar.
Canto del tambor pechiche
Una canción
un baile
Un toque de tambor
Una cumbia sonidera
Una flauta de millo
Una c u m b i a rebajada
Un acordeón
El baile en medio de una rueda
a la mitad de la calle
de la colonia.
Arquitecturas barriales testigas de los
movimientos, de las contorsiones de lxs humanxs.
testigxs de la vibración que el
sonido provoca en los vidrios de las ventanas, en las láminas de algunos
techos, en
los zaguanes, en los cimientos de las paredes que anuncian el baile.
En la paz de la c u m b i a
Una canción para bailar
Abrir la pista
Entrar al círculo ...la calle
...la ciudad ...la memoria
...la resistencia
Poner a bailar a lxs ancestrxs
El ancestro acordeón
la ancestra guacharaca
la ancestra flauta de millo
Debemos tener un pasado para hacer un futuro con él
tomo lo que puedo para hacer mundos, activar
memorias que habitan en mi cuerpo... de antepasadxs africanxs, cimarronxs,
Aprendiendo de lo desconocido
Usando lo que puedo
Hurtar un texto
Improvisar una cumbia
Habitar un misterio
Inventarnos unos
pasos
Descubrí una huella que me relacionó con mundos que desconocía, pero a los que pertenezco desde tiempos ancestrales, memorias que se activaron en el transitar territorios y bailes. Músicas de tambores que convocaron fantasmas y rumores de un pasado que bailaba frente a mí, en una rueda, en la noche, alrededor de cuerpos rabiosos, resistentes, gozosos, excitados, en trance, libres.
Ahora cómo sigo mi camino si no es bailando.
Ahora sigo mi camino replicando el tambor... convocando fantasmas, cantos, sustos, suspensiones.
Cantos para recordar a los muertos
Cantos de gaitas y tambores
C i m a r r ó n
Cortinas
Agujeros
Espeluznante
P a i s a j e s
Raro
Cruces
Tránsitos
Pliegues
Suicidio
Cimarronaje
Soy uno de los (cimarrones) macheteados en el Central Santa Lucía. Soy Cristo. Soy Juan. Soy el Florentino, macheteados en el Central Santa Lucía. Un machete impuesto sobre sí mismo. Pudiera ser eso: un machete.
P u d i e r a s e r u n m a c h e t e o u n p a l e n q u e. P u d i e r a s e r u n p a l e n q u e, o u n g r i l l e t e o u n l á t i g o. P u d i e r a s e r u n l á t i g o o u n a l a n z a. P u d i e r a s e r u n a l a n z a o u n c a s c a b e l. P u d i e r a s e r u n c a s c a b e l o u n b o z a l.
P u d i e r a s e r u n b o z a l o u n j í b a r o. P u d i e r a s e r u n j í b a r o o u n f u g i t i v o. P u d i e r a s e r u n f u g i t i v o o u n r a n c h e a d o r. P u d i e r a s e r u n r a n c h e a d o r o u n a h a c h a. P u d i e r a s e r u n a h a c h a o u n v e r d u g o. P u d i e r a s e r u n v e r d u g o o u n r e b e l d e. P u d i e r a s e r u n r e b e l d e o u n s a n t o. P u d i e r a s e r u n s a n t o o u n d i a b l o. P u d i e r a s e r u n d i a b l o o u n e n f e r m o. P u d i e r a s e r u n e n f e r m o o u n S a n L á z a r o. P u d i e r a s e r u n S a n L á z a r o o u n E l e g g u a. P u d i e r a s e r u n E l e g g u a o u n b l a n c o. P u d i e r a n s e r u n b l a n c o o u n O b b a t a l a. P u d i e r a s e r u n O b b a t a l a o u n p e r d ó n.
Pudiera ser la fuga. Pudiera ser la fuga.
Pudiera ser la fuga.
Un caballo cimarrón.
Una cabra cimarrón.
Un perro cimarrón.
Un conejo cimarrón.
Un gato cimarrón.
Una vaca cimarrón.
Un
toro cimarrón.
Ningún cimarrón se atrevió a escribir esto. Escribo en calzones en un palenque cubano. Hoy vivo aquí, pero desde que llegué al palenque soy un cimarrón sin territorios. El palenque es una ilusión de territorialidad. Sin territorios.
Hui.
Emigré.
Deserté.
Planté.
Corrí.
Caminé.
Robé.
Violé.
Violé el tronco de un
árbol.
L a c o s t u m b r e d e c o r t a r l a c a b e z a c o n l a h o z e s m u y a n t i g u a. S o y u n a a p a r i e n c i a f u g i t i v a, u n a f i g u r a d e e n s u e ñ o s; i d e n t i d a d h í b r i d a y f a n t a s m a g ó r i c a. S o y e l d e c a p i t a d o d e l p a l e n q u e.
Soy el decapitado del palenque.
Soy el decapitado del palenque.
Soy el decapitado del palenque.
Huir y emigrar. Huir y emigrar. Huir y emigrar y desertar. Huir y emigrar y desertar y plantar. Huir y emigrar y desertar y plantar y correr. Huir y emigrar y desertar y plantar y correr y caminar. Huir y emigrar y desertar y plantar y correr y caminar y robar y violar. Huir y emigrar y desertar y plantar y correr y caminar y robar y matar y violar el tronco de un árbol.
Un instante y la llama. La llama o la lágrima desaparece. Y sin embargo sé cómo es el alma del desapego. Algunas veces no somos más que el reflejo del cimarronaje.
Un lapso y soy un lapso y soy un cimarrón, poeta, ladrón y violador de espacios ajenos en un palenque que me recepta. Un palenque extraño, raro, espeluznante.
El Cimarronaje es muy duro, un yunque.
La vida es muy dura, un yunque.
La muerte es muy dura, un yunque.
El
palenque es muy duro, un yunque.
La tortura es muy dura, un yunque.
El
látigo es muy duro, un yunque.
El barracón es muy duro, un yunque.
El machete
es muy duro, un yunque.
La migración es muy dura, un yunque.
La dictadura es
muy dura, un yunque.
El negro es muy duro, un yunque.
¡Ten voluntad, cimarrón, la única tabla de
salvación que la vida nos ofrece!
Para que no se escriba blasfemia contra mi
nombre digo que estos, los cimarrones, sobreviven.
C
i m a r r ó n, e s t o p r o d u c e u n d e s a l i e n t o...
LUMBALÚ
Despedir a los muertos
Palabras-plegaria. Palabras que bailan en un círculo para trenzar sufrimientos, rabias, desconcierto.
Persiguiendo el rastro de la cumbia me encontré a mí misma. En mi cuerpo múltiples cuerpos que desbordan la piel y salen en sudoraciones que recorren el c u e r p o, reclamando este tiempo. He migrado, he caminado, he dejado de comer, he bebido hasta el amanecer entre cantos que se confunden con las olas furiosas del mar. He atravesado cientos de kilómetros para autorreconocerme en el sonido que acumula ancestras cimarronas, indígenas, tambores, flautas, acordeones, calles, viche, ron, mezcal.
BULLERENGUE
GAITEROS DE SAN JACINTO
Fuerzas, historias, reuniones y ritmos son
convocados con su presencia. Los sonidos
se instalan, se desbordan, se mezclan, traen brisas, arenas, tiempos.
El recuerdo de una cumbia aparece. Un paisaje
en movimiento actúa.
¿Cuándo?
Rueda de bullerengue
Yo no vine. Me trajeron amarrada con cadenas. Me robaron y después fui vendida. Es robo y no rapto. El robo despoja y termina en desgracia. El rapto es deseo y propone la unión. El robo nace de la codicia, de la aspiración indebida de lo ajeno. No agrega sino que quita. El rapto es un delirio por la posesión del otro. Unas ansias que si no se resuelven no dejan vivir. (El rey o el guerrero miran sin ser vistos mi cuerpo que acaricio con el agua del río, con la luz que se me cuela entre las hojas de los árboles y brinca en la corriente mansa. Unto mi cuerpo de bálsamo vegetal para conservar su brillo, su tirantez de tambor. Mi cuerpo de miembros largos; mi cuello de garza de pantano; mis ojos, ay mis ojos, grandes y vivos como de cabra perseguida; mis pechos firmes de torres de hormigueros; mis nalgas apretadas de guayacán erguido y la piel lisa de luna llena; mi cintura estrecha y flexible de animal al acecho, y mi caminar de tranco largo inmutable ante las distancias y de movimientos guiados por los vientos, y lo que voy cantando para que los dioses de la aldea estén contentos, ay, mis pasos extraviados, mis pasos sin rumbo con el temor de los tropezones y el sendero sin luz. Metida en el que me miró. Tallada en sus ojos en los que aparezco cuando no estoy. El rey o el guerrero me siguen. Me emboscan. Y así es el rapto. Una irrupción de amor desbocado por alguien que solo ha visto el de uno y que uno no sabe qué ha mirado, qué lanzó la red invisible de la mirada atrapadora. Quien rapta la belleza la conserva. Algunos la destruyen cuando ya no pueden tenerla más.)
Robada vine. Maltratada vine. No raptada vine. Aprisionada con violencia vine. Muerta de miedo vine. Repitiendo mi nombre para que no me lo robaran, repitiendo mi nombre para que no se muriera en el silencio, Analia Tu-Bari. Enferma, herida, arrastrada, rota. Arrojada en las profundidades de la embarcación en la que nos trajeron embutidos. Cabeceos y golpes de agua que podían desarmar la nao.
Cumbia de la tierra
Cantos y voces de seres humanos cuya lengua natal fue condenada al silencio.
Cantos de canciones ausentes
Gritos que recuperan el mundo del que han sido
despojados
Cartografía sensible de cantos
M e m o r i a
¿Qué m e m o r i a africana
habita en mí?
¿Qué m e m o r i a s se
activan en mi cuerpo?
¿Qué?
El sufrimiento, el padecimiento, la tragedia de miles de hombres y mujeres por un mundo que con sus dioses, sus ríos y sus bosques les ha sido arrebatado.
¿Cómo remontar el manso río de la m e m o r i a?
¿Cómo resguardar esta m e m o r i a que nos llega en forma de cantos y sonidos?
Cantos re apropieados
Agotarme en danzas más o menos tendientes al
éxtasis
Trance
Una orgía muscular en el curso de la cual la
agresividad más aguda, la violencia más
inmediata se canaliza, se transforma,
se escamotea.
El círculo de la danza es un círculo
permisible. Protege y autoriza.
A horas fijas, en fechas fijas, nos encontramos en un lugar determinado y bajo la mirada grave de la tribu, nos lanzamos a una pantomima aparentemente desordenada, pero en realidad muy sistematizada, en la que por múltiples vías, negaciones con la cabeza, curvatura de la columna vertebral, inclinación hacia atrás de todo el cuerpo, se descifra abiertamente el esfuerzo grandioso de una colectividad para exorcizarse, liberarse, expresarse
Todo está permitido
Todo está permitido porque, en realidad, no
nos reunimos sino para dejar que surja
volcánicamente la libido acumulada, la
agresividad reprimida.
Muertes simbólicas
Cabalgatas figuradas
Múltiples asesinatos imaginarios... todo esto
tiene que salir.
Los malos humores se derraman tumultuosos como
torrentes de lava
Trituraciones de la personalidad
Desdoblamientos
Disoluciones
CANTOS ANCESTRALES de Guamanga. Ceferina Banquéz
Viejas cantadoras que alegraban las
extenuantes jornadas de laboreo con sus vitales
cantos
en sus cantos narra de su vida y su
transcurrir en su cotidianidad.
Cantos de resistencia
componen mientras siembran
narran prácticas cotidianas y ancestrales. también la violencia que han vivido
en esta
zona
Migrar
Pechiche. Recolección de vibraciones: susurros, latidos, gemidos y otros cantos
Buenaventura.
Pacífico ---- Currulao ----- marimba de chonta
Puerto
Escondido. Caribe ------- Bullerengue
---
San Pelayo. Caribe ---- Porro --
Cali. Pacífico ----- Salsa / currulao // Arrullos
Barranquilla. Caribe ---- Cumbia / picó / champeta
Banco, Magdalena. Caribe ------ Cumbia
Valledupar. -------------- Vallenato
Palenque ----- Mapale----- tambor pechiche
Santiago de Tolú ------- Cerece--------
Cumbia sabanera
San Jacinto ------ Cumbia------- Gaiteros de San Jacinto /Andrés
Landero
Cartagena -------- Champeta --
La Habana
Santiago de Cuba
Ciudad de México
El Peñon de los Baños
Aragón
Real del Monte
Monterrey
Cumbia en la calle
Desde el momento
en que lxs primerxs
negrxs,
esclavizadxs fueron
obligadxs a cruzar la
puerta en
Cartagena, Colombia,
en Cuba, en Haití, en
Brasil, en México,
forjaron otra memoria,
una memoria de
rebeldía, resistencia
y
negociación para
reinventarse como
sujetos en los nuevos
territorios.
Fundaron
identidades en medio
del dolor y voces
propias para silenciar
el ruido
de las
cadenas.
Chimankongo - Lumbalú - rituales funerarios en San Basilio de Palenque
Celso Piña. Cumbia Sampuesana
Celso Piña ft Control Machete. Cumbia sobre el
río
Andrés Landero. Cumbia de las estrellas REBAJADA
Petrona Martínez. A rro rró
Sonido La Timba. La evolución de la cumbia
La Changa
Sound system Rey de Rocha
Alberto Pedraza. Cumbia Sampuesana
Petrona Martínez. Un niño llora en los Montes
de María
Petrona Martínez. Rama de tamarindo
L o s d i v e r s o s ca m i n o s f u n d a r o n l o s d i v e r s o s d e s t i n o s, y e l s o l s e o c u p ó d e r e p a r t i r l o s c o l o r e s.
A h o r a l a s m u j e r e s y l o s h o m b r e s, a r c o í r i s d e l a t i e r r a, t e n e m o s m á s c o l o r e s q u e e l a r c o í r i s d e l c i e l o; p e r o s o m o s t o d x s a f r i c a n x s e m i g r a d x s.
Nuestras piernas, nuestros pies, nuestro cuerpo, nuestros cantos, nuestros cuerpos...
c u e r p o s m e l a n c ó l i c o s…
e l c u e r p o d e l m e x i c a n o b a i l a l a c u m b i a r e b a j a d a, e n e l n o r t e, b a i l e p a u s a d o, r i t m o l e n t o… l a r e s i s t e n c i a e n e l c u e r p o .
Círculo de resistencia
En México existe un acento, una variante, una adaptación, una transformación: varias historias hay alrededor de esta variante. Cumbia sonidera. Cumbia rebajada. Satanás.
Quizá nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos tiempos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido...
Voces
Los melómanos del barrio, por ahí por los años cincuenta, sacan su tornamesa por la tarde para que bailen lxs vecinxs; aquellxs se obsesionan y empiezan a construir sus propias bocinas, cada vez más potentes (les llaman “roperos”), y de la vecindad el baile se desborda a la calle, esa calle que es fundamental de la cultura sonidera.
El melómano, ya en la década de los setenta, viaja a Colombia, a Puerto Rico, a Perú, a Ecuador, para buscar acetatos, rolas, música que de otra manera nunca hubiera llegado hasta México.
San Pedro de los Baños. CdMx
Tepito. CdMx
11 de Julio. Pachuca
Real del Monte. Hidalgo
Puebla
Ciudad Neza
Barranquilla
Cartagena
se empieza a usar micrófonos, a
anunciar las canciones y crear sus logos
y estilos
propios, su base de fans.
Hoy en día, los grandes sonideros son dueños de toneladas de equipo, se mueven en tráilers y trabajan con docenas de asistentes; mueven a miles de personas y tienen su propio lenguaje.
Música tropical
Salsa, cumbia, guaguancó, son.
Voces de la calle
Puedes bailar en pareja (hombre con hombre,
mujer con mujer, mujer y hombre)
tríos o grupos completos.
Ely Fania. Sonidera Azcapotzalco.
Marisol Mendoza
Sonido Duende
Sonido Divanny de Ecatepec
Sonido El Pato de Azcapotzalco
si una mujer
quiere ser
sonidera, siempre
hay
alguien por
encima que la
diciendo:
“tienes que
tener una
buena voz,
tener equipo,
tener
trayectoria...”
Rueda de canto migrant
La c u m b i a es una espiral somática centrípeta sin fin que sostiene gente junta.
Las mismas fuer-
que se manifies-
tan en el baile de
la cumbia están
encarnadas en
las
manifestaciones
frente a las fuer-
zas del Estado.
Fuente: zas
y tecnologías
Las voces siguen migrando: de Ciudad de México a Estados Unidos, de Pachuca a Ecatepec, de Puebla a Texas, del Peñón de los Baños a la Romero Rubio…
La voz de la Changa, de la cigarrita, del duende, interviene el canto, interviene el baile.
Cumbia rebajada, canto migrante y resistente
Bailo entre saludos que se distribuyen libremente entre la calle, entre el humo de la marihuana y el trancazo del Chemo. Zapatillas, pantalones apretados, cabello largo amarrado. Dos hombres se toman de la mano y esperan su turno para entrar a la rueda a bailar. Un hombre y una mujer se huelen mientras bailan cumbia evocando las danzas aztecas que un día se bailaron sobre esas mismas calles.
¿Q u é v i v e e l c u e r p o e n e l b a i l e s o n i d e r o?
¿Q u é v i v e e l c u e r p o e n l a c u m b i a r e b a j a d a?
¿ Q u é s e p r e s e r v a ?
¿ P o r q u é s i g u e e n l a c a l l e ?
¿ P o r q u é e v o l u c i o n a n l o s p a s o s ?
¿ P o r q u é e s u n e s p a c i o d e t o l e r a n c i a ?
L a m ú s i c a e s u n a h u e l l a
E l b a i l e e s u n a h u e l l a y e l g e s t o
La c u m b i a sonidera, la c u m b i a rebajada es una huella reconstruida que ha
viajado hacia el norte.
Cimarrones bailando c u m b i a rebajada en la colonia Guadalupe de Monterrey
Palenques cubanos en la Ciudad de México
Guaguancó y son montuno en los ranchos de Pachuca
C i m a r r o n e a r
post(s)
Cantos en orden de aparición:
Canto de ave sinsonte
Archivo personal de Francisco Arrieta
Cantar en círculos
Elegguá
Merceditas Valdés
Cantos para abrir los caminos
Toques de bullerengue
Paulino Salgado, “Batata”
Canto del tambor pechiche
Alabao
Elena Hinestroza
Cantos para recordar a los muertos
Mi suspiro
Gaiteros de San Jacinto
Cantos de gaitas y tambores
Chimankongo
Lumbalú de Graciela Salgado
Despedir a los muertos
Un niño llora en los montes de María
Petrona Martínez
Rueda de bullerengue
La pava congona
Andrés Landero
Cumbia de la tierra
Cumbia Sampuesana
Sonido Siboney
Cantos re apropiados
A rro rró
Petrona Martínez
Cantos de resistencia
Evolución de la cumbia
Grupo Los Platinos
Migrar
La Campanera (Nueva versión Aniceto Molina)
Sonido La Changa
Cumbia en la calle
Cumbia de las estrellas rebajada
Grupo Kolombia
Círculo de resistencia
Sonido La Changa
Archivo personal
Voces
Rey de Rocha
Archivo personal
Voces en la calle
En Nuevo León se baila la cumbia rebajada
Grupo Kolombia
Rueda de canto migrante
Cumbia de satanás
La cumbiera
Cumbia rebajada, canto migrante y resistente
Los condenados de la tierra
Archivo personal de Francisco Arrieta
C i m a r r o n e a r
Agradecimientos
Agradecimientos a Jaidy Díaz y Edgar Ariel por sus voces.
Referencias
Fanon, F. (1963). Los condenados de la tierra. Fondo de Cultura Económica.
Osorio, A. (2012). La ceiba de la memoria de Roberto Burgos Cantor y un concepto de africanidad. Universidad Tecnológica de Pereira. http://recursosbiblioteca.utp.edu.co/tesisd/textoyanexos/86344O83.pdf
Información adicional
Cómo citar: Arrieta, F. (2021). C U M B I A.
cantos de resistencia / cantos migrantes. En post(s), volumen 7 (pp. 286-325). Quito:
USFQ PRESS.