Etsa-Nantu/Cámara-Shuar, Laboratorio de Cine desde el territorio shuar

Verenice Benítez
Domingo Ankuash
Carolina Soler

Recepción: 16 Septiembre 2020

Aprobación: 18 Octubre 2020



DOI: https://doi.org/10.18272/post(s).v6i1.2067

Cómo citar: Ankuash, D., Benítez, V., Soler, C. (2020). Etsa-Nantu/Cámara-Shuar, Laboratorio de Cine desde el territorio shuar. En post(s), volumen 6 (pp. 292-309). Quito: USFQ PRESS.

Resumen: En el año 2013, la cineasta Verenice Benítez y el líder Shuar Domingo Ankuash unen fuerzas y saberes para formar lo que será un laboratorio de cine en la comunidad shuar Kupiamais, cordillera amazónica del Cóndor, Ecuador.

Palabras clave: shuar, Cine amazónico, Cine indígena, Cine y defensa del territorio.

Abstract: In 2013, the filmmaker Verenice Benítez and the leader Shuar Domingo Ankuash joined forces and knowledge to form a film laboratory in the Shuar Kupiamais community, in the Amazonian cordillera del Cóndor, Ecuador. This text, written in three voices, is a testimony about the history of Etsa-Nantu, the films and their protagonists.

Keywords: shuar, Amazonian cinema, indigenous cinema, cinema and territory.

Este texto reúne tres voces, de las múltiples que han compuesto el laboratorio de cine Etsa-Nantu/Cámara-Shuar. Verenice en Quito, Domingo en Kupiamais-Morona Santiago y Carolina en La Plata, Argentina. Cada cual en su encierro producto de la pandemia covid-19, reflexionan sobre lo que han sido estos años de experiencias juntos. Tres personas que casi nada tendrían en común y que viven en lugares distintos, pero que han establecido lazos entrañables, motivados por el cine, la militancia anti minera y la cultura shuar.

Desde hace siete años que el laboratorio produce contenidos audiovisuales desde el territorio shuar. Contenidos que visibilizan los conflictos políticos que han generado las concesiones mineras a empresas transnacionales en la Cordillera del Cóndor; y contenidos que cuentan las historias que han acompañado al pueblo shuar.

El nombre del laboratorio fue un aporte en conjunto, Verenice y sus colaboradores propusieron Cámara-Shuar, y Domingo sugirió Etsa–Nantu. Etsa en Shuar quiere decir sol, y Nantu es noche. Para Domingo la Cámara Shuar debía estar atenta y filmando día y noche.

Domingo Ankuash, (transcripción de audio, del 15 de septiembre del 2020.)

Ha pasado casi un año que nos hemos callado, por las persecuciones del gobierno, del ejercito, de los policías, por la Fiscalía que comenzaron a perseguir a los líderes. Entonces nos hemos callado bastante, y ahora, además de eso hay esta enfermedad, el coronavirus que vino a nuestro territorio, nos ha tenido estos meses sin hablar del caso de la minería, pero los chinos (la empresa minera de capitales chinos) han seguido trabajado normalmente. Todo el tiempo están sobrevolando, recorriendo desde Warints, Nankints, acá en la Dolorosa, y otros lugares que ellos ya tienen detectado para hacer minería a cielo abierto. No hay nadie que hable del caso. Los alcaldes, los Prefectos electos se han callado totalmente, no defienden los derechos territoriales del pueblo indígena, especialmente del pueblo shuar aquí en la región amazónica, en Morona Santiago.

Entonces yo creo que hay que reactivarnos para hacer conocer lo que está pasando. Visitar los lugares donde están haciendo las actividades mineras, según, como dice el gobierno, los que están trabajando legalmente y los que no están trabajando con legalidad, ósea, los ilegales que dicen. Así como los chinos, los ilegales también discursan, “que hay que defender el medio ambiente, que no haya contaminación”, pero sin embargo siguen. Maldito dólar es el que arrastra a la sociedad, especialmente al pueblo shuar, entonces, para sobrevivir tienen que trabajar en la minería ilegal.

Hemos creado Etsa-Nantu/Cámara-Shuar por las dificultades que hemos tenido con los periodistas del Estado, que nunca decían nada. Etsa-Nantu/Cámara-Shuar es una comunicación directa de nosotros, para que el mundo sepa lo que esta pasando realmente en la amazonia. Nos ha servido para que a nivel nacional e internacional sepan lo que está pasando aquí. Quiero decir que Etsa-Nantu/Cámara-Shuar va a continuar. Entiendo yo que es el sistema de comunicación más ágil y más barato para el pueblo Shuar en la región de Morona Santiago, especialmente ahora que tenemos esta minería a cielo abierto.

Relato de Verenice Benítez, 10 de septiembre del 2020

Después de un viaje por Perú en el año 2011, con mi compañero fuimos testigos de la devastación que han provocado los proyectos mega mineros transnacionales en la región de Ancash, donde la tierra y el agua de inmensas extensiones están contaminadas y la gente local desplazada, empobrecida, enferma y criminalizada.

Alarmados como estábamos al saber que el gobierno de ese entonces, Rafael Correa, estaba otorgando concesiones mineras en todo el Ecuador y que el proyecto Mirador era el primer proyecto mega minero que entraría en la fase de explotación en la amazonia sur del país, nos fuimos a la Cordillera del Cóndor, invitados por la Asociación Shuar Arutam, para iniciar un proyecto documental sobre la resistencia de shuar y colonos de la zona contra estos proyectos extractivistas.

A finales del año 2011 recorrimos la cordillera amazónica del Cóndor, filmando testimonios y proyectando documentales sobre los efectos nefastos de la minería en América Latina. Viajamos a comunidades shuar a las cuales solo se puede acceder por aire y finalmente conocimos a Domingo Ankuash, líder shuar, en una asamblea política organizada en la comunidad shuar Tink. Allí, hicimos a Domingo una larga entrevista filmada Territorio y Autonomía, Domingo Ankuash, una voz del pueblo Shuar (Figura 1). Con todo ese material, volvimos a Francia, mi lugar de residencia de ese entonces, e iniciamos una larga investigación teórica sobre la mega minería.

Figura 1.
Figura 1.

Territorio y Autonomía, Domingo Ankuash, una voz del pueblo Shuar. https://vimeo.com/74279604

Dos años después volvimos a la Cordillera del Cóndor para continuar con nuestro proceso de investigación y filmación. Asistimos a la Asamblea de los Pueblos del Sur, en la ciudad de Pangui, Provincia de Zamora Chinchipe, y posteriormente realizamos un pequeño reportaje Rumbo a la Asamblea de los Pueblos del Sur, (Figura 2). En esta asamblea nuevamente me encontré con Domingo Ankuash y al finalizar el encuentro, tuvimos que escapar en mi carro por vías internas junto con Domingo y unos amigos, ya que se corrió la voz que los militares querían nuestro material filmado. Estaban haciendo batidas en la carretera y buscando a “los reporteros” en los hoteles de la ciudad de Gualaquiza. Es así como en la noche fuimos a parar a la casa de Domingo, en la comunidad shuar Kupiamais.

Figura 2.
Figura 2.

Rumbo a la Asamblea de los Pueblos del Sur.https://vimeo.com/82575024

Esa noche, al calor de una merienda que nos ofreció Emma, esposa de Domingo, comentábamos sobre el poder de la imagen, de por qué los militares querían borrar lo filmado en la Asamblea. Domingo aprovechó para criticar el procedimiento de muchos documentalistas que habían pasado por su casa, quienes filmaban a los shuar y se iban, y nunca más se sabía de ellos ni del material filmado. Estaba de acuerdo con él, así que llegamos a la conclusión que debemos unir fuerzas, trabajar juntos para producir material audiovisual que salga desde adentro y cuyo contenido sea elaborado por los mismos shuar. Es así como a finales del año 2013 se funda el laboratorio de cine Etsa-Nantu/Cámara-Shuar. El nombre fue un aporte en conjunto, nosotros sugerimos Cámara-Shuar, y Domingo sugirió Etsa–Nantu. Etsa en Shuar quiere decir sol, y Nantu es noche. Para él la Cámara Shuar debía estar atenta y filmando día y noche.

Acto seguido fue conseguir los fondos para iniciar con los talleres de educación a la imagen para un grupo de jóvenes shuar del Centro Shuar Kupiamais. Para ello, apoyados por el colectivo ambientalista franco-ecuatoriano Aldeah, del cual formábamos parte, lanzamos un crowdfunding en el sitio web Ulule, (Figura 3) acompañando la petición con esta consigna “Recicla tus aparatos electrónicos que duermen en tu armario, y apoya la lucha del pueblo Shuar para preservar su territorio, la Amazonia”. Tuvimos mucho éxito, la gente tanto de Francia como de Quito reaccionó generosamente y logramos conseguir varios equipos usados y un poco de dinero para iniciar con esta aventura.

Figura 3.
Figura 3.

Petición de apoyo al proyecto a la comunidad internacional. https://vimeo.com/83918617

Los primeros talleres del laboratorio fueron bastante informales, estábamos conociéndonos, y el grupo estaba aprendiendo a utilizar las cámaras. Mi interés con estos primeros talleres era dejar que la gente filme libremente lo que quiera y como quiera, sin influir en este proceso. De allí salieron algunos ejercicios audiovisuales y un documental muy interesante, Aja Shuar(Figura 4), filmado y editado por Franklin Mankash. En este documental se siente su mirada hacia la huerta, (aja shuar) de su tía Rosa. Los siguientes talleres fueron más dirigidos. En este proceso trabajamos con Carolina Soler, doctora en Antropología especializada en cine indígena. Las clases consistieron en darles una introducción al cine, mostrarles películas, analizar el lenguaje cinematográfico, y finalmente pasar a la práctica. Cuando el grupo estaba decidiendo sobre qué historias contar, y cómo hacerlo, hubo un acuerdo generalizado del grupo, querían narrar mitos a través de la ficción. Es así como se filmaron dos cortometrajes de ficción Iwianch(Figura 5) y Tsunki Aumatsamu(Figura 6).

Figura 4.
Figura 4.

Aja Shuar. https://vimeo.com/87321768

Figura 5.
Figura 5.

Iwianch.https://vimeo.com/102850114

Figura 6.
Figura 6.

Tsunki Aumatsamu. https://vimeo.com/157352441

En este primer momento de trabajo, que duro todo el año 2014, el grupo que se integró al laboratorio estaba descubriendo las herramientas del cine. Era un grupo heterogéneo, niñas, niños, jóvenes y adultas. En el mismo año, con un grupo del laboratorio nos fuimos a conocer la experiencia de los Kichwas de Sarayaku, quienes han utilizado el audiovisual en la defensa de su territorio. Este viaje fue muy importante porque marcó un camino a seguir, gracias a la experiencia y lucha de ese pueblo a través del audiovisual (Figura 7).

Figura 7.
Figura 7.

Visita a Sarayaku. https://vimeo.com/99510536

En este mismo año, Luis Corral antiguo integrante del laboratorio, mientras asistía a una asamblea comunitaria shuar en la Cordillera del Cóndor con algunos de los integrantes de Etsa-Nantu/Cámara Shuar, de pronto vio llegar a un grupo de chinos, empleados de la empresa minera CRCC-Tongguan, quienes ya se encontraban trabajando en la zona. Filmó junto con el grupo, la llegada de los chinos y la confrontación que se da entre ellos y los shuar. Con este material publicamos el cortometraje Visita inesperada(Figura 8). Este video pone en evidencia la intromisión de la empresa de capitales chinos en la cordillera amazónica del Cóndor, territorio del pueblo shuar.

Figura 8.
Figura 8.

Visita inesperada.https://vimeo.com/89011119

Domingo fue invitado a finales del año 2014 a participar en el “Festival de las Rebeldías y las Resistencias contra el Capitalismo; donde los de Arriba Destruyen, los de Abajo Construimos”, convocado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Durante este encuentro se proyectaron los videos realizados en el laboratorio de Etsa-Nantu/Cámara Shuar, luego de lo cual, hubo un intercambio de experiencia sobre la lucha histórica de cada pueblo defendiendo los territorios.

El 3 de diciembre del 2014, en un contexto de violencia por la presencia de la empresa minera china en la Cordillera del Cóndor, asesinan a José Isidro Tendetza Antún, líder shuar anti minero (Figura 9). Raúl Ankuash, hijo de Domingo, y miembro del laboratorio Etsa-Nantu/Cámara-Shuar, inicia una investigación sobre este asesinato, utilizando la cámara como herramienta investigativa. Su trabajo toma un año, luego de lo cual publicamos en nuestra página el documental José Tendets, defensor de la Cordillera del Cóndor, Tundayme, (Figura 10), íntegramente realizado por Raúl Ankuash, y editado en conjunto con Verónica Pérez Ankuash, integrante del laboratorio. Este material audiovisual de investigación sirvió a la CEDHU (Comisión Ecuménica de Derechos Humanos) para acompañar un proceso de investigación sobre este asesinato. En el año 2017, Etsa-Nantu/Cámara-Shuar realizó un cortometraje para la CEDHU, llamado Quién mató a José Tendetza (Figura 11), video que acompañaría la demanda de la Familia Tendetza contra el Estado ecuatoriano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, el 6 de julio 2017, por la impunidad en la muerte de José Tendetza.

Figura 9.
Figura 9.

José Isidro Tendetza Antun, te arrebataron la vida.https://vimeo.com/113792825

Figura 10.
Figura 10.

José Tendets, defensor de la Cordillera del Cóndor, Tundayme.https://vimeo.com/201266721

En el año 2015 nos pusimos a trabajar nuevamente con Patricio Taish, quien dirigió el cortometraje de ficción Tsunki, para filmar otra historia antigua shuar, Nunkui, el espíritu femenino que vive debajo de las huertas shuar. Pero en enero del 2017, Patricio deja este mundo producto de un envenenamiento. Con tristeza por su partida, nos proponemos continuar con su deseo. Entonces, su sobrino Juan Taish retoma el proyecto e integramos en el grupo a Dominga Antún, lideresa de la comunidad San Luis Yantsas.

Mientras estábamos desarrollando la investigación para la película sobre el mito de Nunkui, me acuerdo que Domingo me decía que a él le encantaría vivir en paz, y solo hacer películas que cuenten sobre su historia de vida en la selva, sus historias antiguas, pero para él estaba claro que no pueden y nunca podrán vivir en paz porque su territorio es codiciado por todo el mundo. Su vida y su historia están atravesadas por la violencia que han ejercido las múltiples conquistas, primero, los conquistadores españoles, a quienes los shuar vencieron, luego, los misioneros religiosos a través de la conquista de las almas, quienes vinieron acompañados por el Estado colonizador y terminaron sometiendo a los shuar a la religión católica y, finalmente, la invasión transnacional de las empresas mineras, en complicidad con el Estado ecuatoriano, para extraer minerales, desalojando a quienes allí viven (personas, animales, plantas, espíritus) para llegar a la roca de la cordillera del Cóndor y poder volarla en mil pedazos.

Y justo lo que Domingo nos decía ocurre desde mediados del año 2016. La Provincia de Morona Santiago entra en convulsión, porque el gobierno da orden a más de mil militares para desalojar con violencia al Centro Shuar Nankints, ocupado por ocho familias shuar. Este Centro fue fundado en el año 2006 por los shuar para frenar la avanzada mega minera, después de haber expulsado a la empresa minera de ese entonces, de capitales canadienses. Después del desalojo violento en agosto del 2016 por parte del gobierno, la reacción inmediata de un grupo de jóvenes shuar fue tratar de retomar el campamento ocupado, pero la contraofensiva del Estado a favor de la empresa minera de capitales chinos fue desproporcionada. En diciembre del 2016 movilizan a más de 8.000 militares a la zona, declaran Estado de Excepción en Morona Santiago, los militares invadieron Centros Shuar, aterrorizaron a la población, criminalizaron a los líderes, y después de esta violencia desmedida, entregaron ese terreno disputado a manos de la empresa minera de capitales chinos. Domingo Ankuash, Luis Tiwiram y varios otros líderes shuar tuvieron que esconderse en la selva. Miembros del laboratorio Etsa-Nantu/CámaraShuar, desde la clandestinidad y el anonimato sacaron las escasas informaciones que circularon en los medios de comunicación nacionales e internacionales, ya que el gobierno prohibió la entrada de reporteros para cubrir la noticia durante estos meses de violencia en un marco de total ilegalidad. (Esas concesiones mineras son ilegales porque no pasaron por los procesos de consulta previa a las poblaciones afectadas, entre otras ilegalidades señaladas por la Contraloría General del Estado).

Figura 12.
Figura 12.

Genealogía de un territorio en disputa. https://vimeo.com/199301874

Durante y después de estos acontecimientos, con el laboratorio Etsa-Nantu/CámaraShuar, produjimos dos cortometrajes que tratan sobre estos hechos: Genealogía de un territorio en disputa(Figura 12) y Nankints, la otra historia, (Figura 13) para contar lo que estaba ocurriendo desde la versión de los shuar, para contrarrestar aquella versión que el Estado se encargó de difundir, cuyos contenidos transmitían este mensaje: “shuar violento, usurpador de tierras, un enemigo que se opone al desarrollo del país”.

Figura 13.
Figura 13.

Nankints, la otra historia.https://vimeo.com/324001298

En septiembre del 2017, junto a Luis Corral, organizamos un taller de comunicación política en el Centro Kupiamais, para un grupo de veinte personas, los antiguos miembros del laboratorio y nuevos invitados de otras comunidades shuar (Ayantas y Shiram Entza). Allí, después de varias reflexiones y testimonios sobre lo que se vivió en el conflicto de Nankints en el 2016, esbozamos de forma colectiva lo que sería el guión del documental Pananza-Panankas. También viajamos a algunas comunidades para filmar testimonios de los antiguos, y para hacer cine foros proyectando nuestros videos ya realizados.

En el año 2018 con un equipo del laboratorio, recorrimos la zona de Pananza, lugar del conflicto armado. Allí filmamos entrevistas a los colonos que llegaron hace más de cincuenta años, a los shuars que hace más de sesenta años fueron desalojados de este territorio y a la nueva generación de jóvenes shuar. Con este material filmado estamos en un proceso de post-producción (Figura 14).

Figura 14.
Figura 14.

“Panankas-Pananza”, tráiler.https://vimeo.com/350243991

Durante estos siete años de trabajo en el laboratorio Etsa-Nantu/Cámara-Shuar, hemos participado con nuestros videos en diferentes festivales nacionales e internacionales, en charlas y ponencias en universidades, en retrospectivas y han escrito varios artículos sobre nuestro trabajo (http://www.camara-shuar.org/).

Desde un inicio, al laboratorio Etsa-Nantu/Cámara-Shuar se lo concibió como un espacio de creación para la realización de historias, ya sean de los conflictos políticos como de la historia cultural shuar, la cual se ha transformado drásticamente en estos últimos cincuenta años. A la gente que participa en el laboratorio le interesa que su memoria quede guardada en los videos, para compartirla con las presentes y futuras generaciones. Motivada por este deseo, Dominga Antún, Presidenta de la Asociación Shuar Tarimiat, y actual miembro del laboratorio, organizó una fiesta “La fiesta de la Chonta”, para rememorarla y para filmarla. Este proyecto también se encuentra en fase de post-producción (Figura 15).

Figura 15.
Figura 15.

La fiesta de la Chonta, tráiler.https://vimeo.com/350235150

Paralelamente, continuamos con el proyecto de mediometraje de ficción “La historia de Nunkui”. En el año 2019 tuvimos la alegría de ganar el premio en Producción/Postproducción/Difusión comunitaria otorgada por el que fuera el ICCA (Instituto de Cine y Creación Audiovisual). Los tres proyectos antes mencionados han quedado a la espera, para poder continuar cuando podamos superar esta crisis provocada por la pandemia Covid-19. Mientras tanto, también estamos trabajando en el desarrollo del documental Domingo Ankuash, apoyados por la empresa productora Núa Films, fundada para poder seguir acompañando el trabajo desarrollado en el laboratorio de cine Etsa-Nantu/Cámara-Shuar.

Relato de Carolina Soler, 14 de septiembre del 2020

Mi participación en el laboratorio Etsa-Nantu/Cámara-Shuar comenzó en 2014. En 2013 nos habíamos conocido con Verenice Benítez en París, siendo dos mujeres latinoamericanas que buscaban formarse en el Viejo Mundo, en carreras diferentes, pero con ideas e intereses que nos llevaban a encontrarnos una y otra vez entre el cine, la academia y la militancia.

Para fines de ese año, yo ya había regresado a la Argentina, mi país de origen, y empezaba a darle forma a las ideas para mi doctorado sobre cine indígena. Cuando tuve la noticia de que Verenice y Domingo Ankuash estaban organizando un proyecto de cine con lxs shuar no dudé en escribirles para manifestarles mi ferviente deseo de trabajar con ellxs —fue casi una súplica— porque no podía estar más que entusiasmada con lo que estaban planeando. No había mucho financiamiento, así que compré unos boletos de avión y llegué a Quito en mayo de 2014 para sumarme al laboratorio. A los pocos días ya estábamos viviendo en el centro shuar Kupiamais, comenzando una hermosa amistad con la familia Ankuash, que nos recibió en su casa, y rodeadas de niños y niñas que observaban nuestro equipamiento de cine con curiosidad.

Habíamos proyectado con antelación un esquema de trabajo para dictar un taller, habíamos planificado palmo a palmo el calendario, pero, al segundo día de estar allí, los participantes nos hicieron desechar todos los planes. Para nuestro asombro, nos mostraron su voluntad unánime de rodar ficciones: historias shuar sobre la aparición de seres no-humanos que habitan el lugar, relatos que los más jóvenes habían recibido de los adultos y ancianos sobre distintos episodios históricos que forman parte de su cosmología. Nosotras habíamos presupuesto que el interés se volcaría hacia un cine militante que denunciara los atropellos de las empresas extractivistas y del Estado ecuatoriano que las poblaciones de la región estaban sufriendo, lucha que estaba en el corazón fundacional del laboratorio Cámara-Shuar. No estábamos del todo organizadas para hacer cine de ficción, pero nos embarcamos en ello con entusiasmo, en lo que —esto lo entendimos más tarde—resultó ser también un cine urgente.

Al día siguiente, entre risas e historias que se superponían unas con otras —algunos narraban detalles que otros discutían y que llevaban a acalorados debates—, logramos compilar cerca de diez relatos susceptibles de transformarse en cortometrajes. Decidimos elegir una historia breve, para tener un primer entrenamiento con la cámara, las luces y el sonido, para poner en práctica el desenvolvimiento colectivo que implica llevar adelante el rodaje de una ficción, y dejamos para después la historia de Tsunki Núa, relato más largo y complejo, que no sabíamos si llegaríamos a rodar en aquella primera ocasión.

Filmamos y editamos la historia de aparición de un iwianch. Hasta ese momento los adultos habían mantenido cierta distancia con el proyecto; nos observaban desde lejos y se ofendían si algún joven los filmaba en el momento de practicar el uso de cámara durante los talleres. Cuando proyectamos el cortometraje por primera vez, varios adultos se acercaron y comenzaron a abrir un debate sobre si el actor que personificaba al iwianch era muy joven y a algunos les resultaba intolerable que tuviera puesto pantalones deportivos; se dieron cuenta que si íbamos a narrar historias tan representativas para los shuar, los adultos debían estar implicados para orientar y asesorar a los jóvenes. El cine de ficción era una cuestión seria.

A partir de ahí, Patricio Taish, líder de su comunidad, se acercó al grupo y empezó a dar su opinión sobre distintos temas que estábamos trabajando. No nos quedaban muchas semanas para filmar, así que comenzamos a avanzar velozmente con la nueva historia: Tsunki Aumatsamu. Una de las jóvenes participantes narró una versión que fue volcada en el editor de textos de una computadora y rápidamente transformamos en escenas y planos; enseguida logramos acordar una agenda de rodaje. Los dos primeros voluntarios para actuar tomaron los roles protagónicos y nos lanzamos a filmar; sabíamos que no terminaríamos, pero al menos queríamos dejar un avance hecho, ya que en agosto volveríamos a seguir trabajando. Antes de irnos, Patricio y su esposa Rosa nos convocaron a su casa para que les leyéramos el guion sobre el cual estábamos trabajando. Al finalizar nuestra solemne lectura del guion, él se río y nos dijo: “Así no es la historia, conozco una abuelita que me la contó de otra manera”. Decidimos volver a empezar de cero, reescribir la historia con nuevos referentes y comenzar un proceso profundo de investigación en el que Patricio sería el principal implicado.

Regresamos en agosto, pero esta vez Verenice no pudo asistir a los talleres desde el comienzo y se sumó más tarde. la primera semana nos dedicamos al proceso de compilación de la historia, otra vez desde el principio, junto a Franco Passarelli, estudiante de posgrado en antropología visual. Patricio se había comprometido de tal manera con el cine, que no sólo fue el principal guionista, productor y asesor de vestuario y locaciones, sino que fue uno de los actores principales y la voz en off. Era un líder mediador que no solía implicarse en disputas internas, por lo que fue una figura fundamental para que el proyecto de cine shuar creciera. De esa estadía nos fuimos con un primer boceto (no finalizamos su montaje) y él continuó desarrollando nuevos guiones con gran entusiasmo y efervescencia. Su muerte sorpresiva, a comienzos de 2017, nos dejó una enorme tristeza e hizo que nos resultara muy difícil volver a armarnos y retomar los proyectos que él había alimentado y hecho progresar.

En lo personal, entre 2015 y 2017 me dediqué de forma intensiva a trabajar en producciones de cine indígena de la provincia del Chaco (Argentina), trabajo en el que se fundó mi tesis doctoral. Cámara-Shuar siguió militando por la defensa del territorio denunciando la violencia contra el pueblo shuar y, en 2018, volvimos a pensar con Verenice las posibles formas de llevar adelante la realización de La historia de Nunkui, uno de los guiones que Patricio había comenzado a escribir y que ella, junto con Juan Taish y Dominga Antún, venían revisando y completando con la colaboración de diferentes ancianos. Finalmente logramos el financiamiento del ICCA para seguir adelante, pero la pandemia del coronavirus demoró y puso en suspenso nuestros planes.

El laboratorio Etsa-Nantu/Cámara-Shuar es un espacio de lucha, creación y resistencia que nos ha visto crecer a todos sus integrantes. Nos hemos fortalecido con el paso del tiempo y hemos comprendido que los procesos comunitarios tienen sus tiempos imposibles de forzar; asimismo, los propios shuar han ido descubriendo su propia forma de hacer cine. Hacer ficción, que al principio parecía tan a contrapelo de las luchas urgentes, devino otra forma de militancia, de transmitir las historias tradicionales a los jóvenes, de mostrar a la sociedad envolvente la riqueza y la complejidad de una cultura que sigue allí, transformándose y nutriéndose de nuevos elementos. También sirve para mostrar que el territorio, que a los ojos del Estado neoliberal es sólo un espacio de explotación y extracción de commodities, está habitado por todo tipo de seres —humanos y no humanos— e historias vivas.

Notas de autor

Verenice Benítez, Casa productora audiovisual Núa Films. Correo electrónico: verenicebenitez@gmail.com

- Master en Dirección de Cine en la Universidad Paris 8. Francia.

Domingo Ankuash, trabaja en su comunidad shuar Kupiamais, Morona Santiago, Ecuador. Correo electrónico: camarashuar@gmail.com

- Líder Shuar

Carolina Soler, investigadora en la IIGHI-CONICET/UNNE, Argentina. Correo electrónico: carolinasolerc@gmail.com

- Doctora en Antropología por la EHESS de Francia y la UBA de Buenos Aires, Argentina.

Información adicional

Cómo citar: Ankuash, D., Benítez, V., Soler, C. (2020). Etsa-Nantu/Cámara-Shuar, Laboratorio de Cine desde el territorio shuar. En post(s), volumen 6 (pp. 292-309). Quito: USFQ PRESS.