Del éxito futbolero a una crisis anunciada: 15 años mirando al fútbol

Diego Lituma

dlituma@teleamazonas.com

En estos quince años que ejerzo la profesión de periodista he tenido la suerte de vivir y compartir con miles de hinchas los mejores momentos de la historia del fútbol ecuatoriano: tres clasificaciones al mundial con la selección; con Liga de Quito cuatro títulos internacionales, un Mundial de Clubes y una Copa de la Paz, donde el equipo Universitario jugó nada más ni menos que con el legendario y mítico Real Madrid de Cristiano Ronaldo.

El fútbol abre muchas puertas y oportunidades, en mi caso me permitió viajar por el mundo; conocer culturas distintas, ciudades hermosas, comidas exóticas y sobre todo personajes que han marcado un antes y un después en la historia de nuestro balompié.

En agosto de 2002, un mes después de que Ecuador jugó su primer mundial en Corea y Japón, planificamos en el Programa Día a Día hacer un reportaje especial al capitán tricolor Alex Aguinaga, el 10 nacional fue elegido en México como el mejor jugador de la década del futbol azteca. Esta era una noticia que nos llenaba de orgullo, pues en esos tiempos eran pocos los jugadores que militaban en el exterior y sin duda Alex era el futbolista más conocido de nuestro pequeño país.

La imagen que más recuerdo de aquel viaje a México fue en la famosa plaza del Zócalo del DF. Yo llevaba la camiseta de la selección nacional y mientras filmábamos una presentación, decenas de curiosos se acercaron para ver la grabación. Cuando terminamos el stand up, hinchas mexicanos nos recordaban que nos habían ganado en el mundial y que al güero Alex Aguinaga lo querían como a un mexicano más. Se me vino a la mente que mi papá siempre me contaba que el mejor jugador de nuestra historia era Alberto Spencer y que Pelé era mejor que Maradona; yo no los vi jugar, pero para mí Aguinaga era el más grande y Maradona el mejor del mundo.

Pero lejos de esta anécdota, lo que comenzó a pasar es que Ecuador a través del fútbol se dio a conocer en el mundo y más jugadores fueron transferidos al fútbol internacional. Después del mundial del 2002 tres jugadores oriundos del Valle del Chota llegaron a la Premier League de Inglaterra: Ulises de la Cruz al Aston Villa, Kléber Chala y Agustín Delgado al Southampton, y Carlos Tenorio al All Nassr de Arabia Saudita entre otros.

En las eliminatorias para el mundial de Alemania 2006 en el equipo titular de la tricolor figuraban seis jugadores que militaban en el fútbol internacional: Ivan Hurtado jugaba en España, Ulises de la Cruz en Inglaterra, Edison Méndez en México, Antonio Valencia en España, Agustín Delgado en México e Ivan Ka- viedes en Argentina. Las cosas habían cambiado en nuestro fútbol, la tri estaba a un paso de llegar su segundo mundial consecutivo y en el mundo futbolero el nombre de Ecuador ya tenía otro peso.

En septiembre de 2005 viajé hasta Bir- mingham en Inglaterra. A esta ciudad se la conoció como la locomotora de la Revolución Industrial en Reino Unido o la "Ciudad de los mil negocios". Nosotros llegamos para ver en acción a nuestra locomotora de la cancha el gran Ulises de la Cruz. Ulises, oriundo de Piquiucho, se convirtió en nuestro guía en esta gran metrópoli; paseamos por sus plazas, palacios y conocimos el estadio donde se forjó uno de los equipos más antiguos y ganadores de Inglaterra, el Aston Villa. El estadio de Villa Park fue inaugurado en 1874, en este mítico escenario se recuerda cómo nació el fútbol, los títulos y las hazañas alcanzadas por el equipo del barrio de Villa y en un rincón especial está la foto de nuestro defensa Ulises de la Cruz. En el pequeño museo los hinchas no paraban de pedirle autógrafos, y él, con un inglés impecable, les contaba que estaba listo para jugar el partido del día domingo. El equipo debía viajar a Londres para jugar con otro de los grandes de la Premier: "El Chelsea".

Mientras Ulises preparaba su terno y corbata para viajar al partido y no ser sancionado con una multa de 2 mil libras, unos 2.500 dólares, nosotros compramos los pasajes de tren para trasladarnos a la capital inglesa.

El estadio de Stamford Bridge, sede del partido, estaba abarrotado por 40 mil hinchas azules del Chelsea que alentaban al equipo del entrenador portugués José Mourinho que tenía en sus filas a grandes figuras: en el arco estaba Petr Cech, el defensa John Terry, los volantes Frank Lampard y los delanteros Didier Drogba y Hernán Crespo. El Chelsea era el actual campeón del futbol inglés y el Aston Villa estaba luchando por ocupar un puesto que lo clasifique a la Champions League. Yo quería ver saltar a la cancha a Ulises, ese guerrero de mil batallas que nos había llenado de orgullo a todos los ecuatorianos y que había devuelto la autoestima e identidad al pueblo negro del Chota. Cuando inició el partido, Ulises desbordó por la punta derecha buscando el cabezazo de su amigo el colombiano Juan Pablo Angel, pero rápidamente Lampard llevó a sus compañeros al ataque y dos goles suyos sentenciaron el partido. A mi poco me importaba el resultado, ese día entendí cuanto había crecido el fútbol ecuatoriano, Ulises estaba en la cancha disputando un partido con las estrellas más importantes del fútbol mundial y siendo protagonista. Pocos meses después el mismo Ulises junto a sus compañeros de la selección ecuatoriana enfrentaban a Inglaterra en los octavos de final del mundial de Alemania 2006, un gol de David Beckham nos dejaba fuera de aquella histórica cita mundialista.

Mientras la selección hacía historia en el mundo, casa adentro nuestro fútbol vivía una especie de falso boom monetario. Con una economía dolarizada los equipos comenzaron a inflar sus presupuestos, a pagar y contratar jugadores con sueldos que no estaban acorde a sus posibilidades. En el 2007 Barcelona, por ejemplo, contrató al ex delantero de Boca Junior Marcelo el "Chelo" Delgado y un año después Rolando Zárate la contratación más cara de toda su historia. El club pagó $ 900 mil por comprar su pase, pero en quince meses el delantero argentino solo marco cinco goles, cada anotación suya le costó al equipo torero 180 mil dólares. Zarate y Delgado ganaban cerca de 45 mil dólares mensuales. Otros equipos de la capital pagaron ese mismo año, a jugadores de la selección ecuatoriana, sueldos que superaban los 50 mil dólares, el costo para los equipos llevaba a una profunda crisis económica.

En los últimos cinco años el Deportivo Quito ganó tres títulos nacionales; un sueño que esperó cuatro décadas, pero el precio que ha tenido que pagar ha sido muy alto, hoy está a un paso del abismo económico.

Hace pocas semanas llegué hasta el complejo del Deportivo Quito para entrevistar a Rubén Darío Insúa director técnico del equipo capitalino. El argentino conoce muy de cerca la realidad de nuestro fútbol: fue ídolo de Barcelona en la década de los 90, ganó un título con el equipo guayaquileño y ya como director técnico en 1998 llevó a los amarillos a disputar su segunda final de una Copa Libertadores. En el 2002 ganó la Copa Sudamericana con el San Lorenzo de Argentina y en el 2009 llevó al Deportivo Quito al bicampeonato. Rubén sabe que esta vez llegué para conocer la situación económica del equipo chulla. El poeta del gol como lo conocían cuando era jugador nos habla directo y sin tapujos: "no me pagan ocho meses y a los jugadores les deben cuatro, así no se puede jugar al fútbol, sentencia"

"Los rivales que nos toca enfrentar tienen una gran ventaja, afirma Insúa, ellos se concentran todos los partidos, les pagan puntualmente, ese tipo de ventajas que tiene el rival las hemos disimulado con estrategia táctica y esencialmente con buenos jugadores que tiene el equipo".

Mientras los jugadores responden al técnico en la cancha y a la hinchada en las gradas, Insúa intenta manejar el plantel desde la parte anímica y psicológica. Me cuenta que hay días que el jugador está triste, preocupado por su familia, esto es algo atípico, generalmente un equipo puede tener un problema circunstancial pero que se alargue ocho meses no es normal. Esto no se puede extender más en el tiempo; llegará el momento en que explote todo, si un equipo quiere ser campeón se le debe pagar a los jugadores, al cuerpo técnico, a los médicos a todos, esto nunca lo he vivido me dice.

"Yo trato de predicar con el ejemplo de que la conducción del equipo sea honesta e inteligente, yo sé lo que piensa un jugador en estos momentos: en su familia, sus hijos en invertir de cara al futuro, en una casa, en un vehículo, en la educación de los suyos. En este primer semestre teníamos la oportunidad de llegar a disputar a la final del campeonato, clasificar a Copa Libertadores y sudamericana pero los conflictos no nos permitieron cumplir el objetivo. Nosotros competimos con equipos que tienen estabilidad económica, presupuestos altos, buenos jugadores, entrenan siempre, concentran siempre, algunos equipos hicieron sus pretemporadas en el exterior, esa es una ventaja enorme", manifiesta Insúa.

¿Y usted como ha mantenido a su familia todo este tiempo que no ha cobrado un sólo dólar?

-Entre risas nos dice: "Tuve una buena capacidad de ahorro cuando fui futbolista. Las cosas han cambiado, en los últimos 25 años el fútbol ecuatoriano no ha dejado de crecer y en la última década el salto fue mayor".

Rubén nos cuenta una anécdota más:

"En el año 1997 cuando comencé mi carrera como director técnico en Barcelona le dije a Xavier Paulson presidente del equipo que había que corregir esa disparidad de criterios que había en el comportamiento económico entre el jugador nacional y extranjero, yo hice que los sueldos se equipararan, se creía que lo extranjero siempre era mejor".

Rubén nos cuenta una anécdota más:

"En el año 1997 cuando comencé mi carrera como director técnico en Barcelona le dije a Xavier Paulson presidente del equipo que había que corregir esa disparidad de criterios que había en el comportamiento económico entre el jugador nacional y extranjero, yo hice que los sueldos se equipararan, se creía que lo extranjero siempre era mejor".

Insúa cree que hay que puntualizar cuando se habla de la crisis en el fútbol ecuatoriano:

"Hoy hay una crisis de algunos equipos; no de todos, hay equipos serios, yo nunca he escuchado problemas económicos en Liga, Emelec, Católica, Independiente del Valle y en la misma selección ecuatoriana".

El entrenador del Deportivo Quito entiende que en esta crisis si hay una luz al final del túnel y de manera textual me comenta:

"Con un poco de sentido común la crisis del Deportivo Quito puede mejorar, se necesita una buena administración y autoridad. Hoy hay mucho dinero en el fútbol por publicidad, derechos de televisión, venta de jugadores, cuando uno administra bien rápidamente, soluciona los problemas".

Rubén no quiere despedirse sin una última reflexión:

"Cuando yo voy por la calle, hablo mucho con los hinchas del Quito; y la gente está enojada, no le gusta que el Deportivo Quito sea noticia por cosas malas, que no le pagan a los jugadores, al cuerpo técnico, que tiene deudas con el SRI, con la FEF, a la gente no le gusta eso, la gente está muy feliz con el equipo de fútbol, pero enojada con sus directivos".

Paradójicamente diez jugadores que no cobraron cuatro meses fueron separados del plantel, unos por indisciplina y otros por bajo rendimiento. En esta lista están destacados jugadores como el arquero mundialista de la selección uruguaya Fabián Carini, el capitán del Deportivo Quito Luis Checa -que ganó tres títulos con el equipo- y Giovanny Espinoza ex zaguero tricolor que disputó el Mundial de Alemania 2006.

Para el jurista Oswaldo Paz y Miño ni la indisciplina ni el bajo rendimiento son causales para un despido. La indisciplina tiene que ser probada y para romper una relación laboral se necesita un visto bueno en el Ministerio de Trabajo, además de debe fundamentar el visto bueno con pruebas y algo fundamental, el empleador en este caso el Deportivo Quito debe estar al día en los pagos con sus empleados. En el caso del bajo rendimiento es una causal que no admite la FIFA.

Para el Dr. Paz y Miño se está violando derechos constitucionales, laborales y hasta de derechos humanos.

La reflexión final del catedrático de la FLACSO Fernando Carrión:

"La salida a esta crisis proviene de la necesidad de modernizar el fútbol nacional sobre la base de tres elementos interrelacionados: modelos de gestión modernos, presupuestos equilibrados y transparencia administrativa".

La reflexión final al duro momento que vive el fútbol ecuatoriano me la cuenta el catedrático de la FLACSO Fernando Carrión:

"La salida a esta crisis proviene de la necesidad de modernizar el fútbol nacional sobre la base de tres elementos interrelacionados: modelos de gestión modernos, presupuestos equilibrados y transparencia administrativa".

Esperemos que la buena salud regrese a nuestro fútbol, lamentablemente, un deporte cada vez más politizado y violento.

* Coordinador Periodístico TELEAMAZONAS. Comentarista Radio La Red en Jornadas Deportivas. Profesor de televisión en la UDLA. Licenciado en Comunicación, Universidad Politécnica Salesiana.