El emprendimiento y la educación no siempre van en la misma dirección

Gabriel Rovayo
Director del IDE Business School

La educación es una herramienta que les permite a los individuos, más allá de adquirir conocimientos, desarrollar competencias técnico - genéricas, para suministrarse un sustento mediante un empleo, oficio u ocupación. Esto implica que quienes son beneficiarios de la educación puedan, al concluir su formación, insertarse en el mercado laboral. Obviamente, para esto se requiere una educación de calidad, a lo largo de toda la formación. Sin embargo, se debe reconocer que la calidad educativa, se encuentra en tela de duda y los oferentes de los servicios educativos están en deuda con sus clientes o demandantes. De ahí que muchos de los emprendedores ecuatorianos lo son por necesidad y falta de empleo, y eso genera una cadena de empresas muy pequeñas, poco innovadores, muy centradas en el comercio y con poca generación de valor agregado. El desafío del emprendimiento está aún vigente.

En la práctica, cuando los estudiantes han concluido su formación profesional y se ven limitados en las posibilidades de acceso a un empleo, se enciende en ellos, como una llama, el emprendimiento generado por la necesidad. En el caso del Ecuador, esto se evidencia en las cifras del estudio Global Entrepreneurship Monitor (GME), donde una de las principales motivaciones de los>emprendedores es la carencia de empleo y su necesidad de generarse un autoempleo. En este estudio también se identifica que la actividad emprendedora en el país es alta, encontrándose en tercer lugar, de 34 países analizados.

Según el estudio del GME, para impulsar el emprendimiento en el país, se requiere, entre otras cosas lo siguiente: (i) mejorar condiciones de entorno y financiamiento; (ii) generar espacios para la innovación y desarrollo de mercados; (iii) promover la vocación y competencias emprendedores y propiciar una mayor conexión entre el mundo académico y el laboral; (iv) promover redes de emprendedores; y, (v) fomentar el uso de nuevas tecnologías de la información.

Independientemente del modelo educativo aplicado para impulsar el emprendimiento, lo importante es que, a lo largo del proceso educativo se dote al individuo de herramientas teórico-prácticas, de capacidades para ser un emprendedor, con base en un direccionamiento estratégico y una visión de sostenibilidad en el largo plazo, en el cual este nuevo empresario debe comprender que el fin último de la empresa no es solo crear valor para los accionistas o dueños de la empresa, sino que es aportar a la creación de valor también para los stakeholders, manteniendo equilibrio entre el desarrollo económico, social y ambiental.

Experiencias de países como Chile denotan que la enseñanza de emprendimiento, debe trascender y convertirse en una verdadera "cultura", donde el compromiso del sistema educativo no se circunscribe el ámbito universitario, sino que puede generarse emprendimiento desde los diferentes niveles de instrucción.

En el ámbito educativo es necesario reconocer la importancia de contar con esquemas de educación para emprendimiento, alineados desde la estrategia hasta la conformación misma de la malla curricular.

Las perspectivas de la educación para el emprendimiento en el país son alentadoras, pues existen planteles de educación superior, y hasta secundaria, desarrollando competencias empresariales en sus estudiantes, para lo cual aplican diversas herramientas, tales como rondas de negociación, concursos para emprendimiento, entre otras. El reto del país va más allá del emprendimiento, en una etapa inmediatamente posterior a éste, se tiene la necesidad de apoyar a la sostenibilidad de largo plazo de las nuevas empresas, es decir facilitar las condiciones para que éstas se desarrollen y perpetúen en el tiempo.

La educación motor del desarrollo

¿Por qué una persona debe educarse? Aunque las respuestas pueden ser múltiples hay que reconocer que en último término se busca acceder a la educación por ser una herramienta para lograr desarrollo económico, social y humano. Es, por lo tanto, un medio y no el fin.

Por solo acceder a estudiar en una escuela, colegio o universidad no significa tener educación. Aunque esto parecería un contrasentido, a la educación en el Ecuador le falta mejorar su calidad, dado que no genera capacidades, habilidades, aptitudes y actitudes entre quienes han cursado por sus aulas.

Todo ser humano busca que la educación se convierta en el medio para adquirir un oficio, profesión u ocupación, que le facilite la consecución de bienestar económico y social y que le permita cubrir las necesidades suyas y de su familia. Cuando esto no sucede, la educación no está cumpliendo su misión.

Tener educación de calidad implica un compromiso de todos los involucrados. Sin embargo, parecería que hay una suerte de conformismo, pues los actores aceptan resignar la calidad de la educación por comodidad, por ley del menor esfuerzo y menor compensación. A los estudiantes no les gusta que les exijan, los profesores no exigen para no resultar incómodos y las autoridades no exigen para evitarse problemas. Es decir, aunque todos sabemos el problema, queremos que otros cambien sin que eso me afecte de ninguna forma.

Solamente cuando una persona obtiene su título universitario y no consigue un trabajo por falta de competencias, es cuando se reclama al sistema educativo, que en el caso ecuatoriano se ha convertido en fábrica de titulados y no de profesionales. La educación se ha convertido en una mercancía que, pese a ser sobre pagada, no cumple con entregar el producto que ofrece.

La función social de la educación no es brindar conocimientos, sino generar capacidades a los beneficiarios de la misma, para proveer sustento mediante un empleo, oficio u ocupación. Cuando esto no sucede las personas tratan de procurarse por si mismas un empleo. Entonces surge el espíritu empresarial, por necesidad antes que por una decisión de desarrollo personal.

Cada vez que se crea una nueva empresa, ésta contribuye al desarrollo económico de tres formas, como: (i) un canal de conversión de ideas innovadoras en oportunidades económicas; (ii) la base de la competitividad a través del rejuvenecimiento del tejido productivo; y, (iii) una fuente de nuevos puestos de trabajo y aumento de la productividad.

Esto implica que al final del día la generación de riqueza y el desarrollo en un país se apalanca en la iniciativa, el crecimiento y éxito del sector empresarial.

El emprendimiento en el Ecuador

El estudio de Global Entrepreneurship Monitor (GME) incluye al Ecuador en su análisis. Los principales resultados de este estudio se resumen en el cuadro 1.

Según este estudio, si se compara a nivel mundial el TEA (Índice de actividad emprendedora total), el del Ecuador es alto; es el tercero entre 34 países analizados, le anteceden Uganda y Perú, lo que implica que el Ecuador es un lugar propicio para nuevos emprendimientos.

Las principales características del emprendedor en el país son: (i) cerca del 37% son de edad comprendida entre 25 y 35 años; (ii) bajo nivel educativo, tan solo el 28% tiene estudios secundarios; (iii) motivado principalmente por la carencia de empleo, lo que hace que las empresas nuevas y nacientes se concentren en generación de autoempleo; (iv) poco acceso a fuentes de financiamiento, lo que le supedita a buscar fuentes alternativas de crédito; y, (v) principalmente dedicado a actividades comerciales, dentro del mercado doméstico, sin valor agregado. Este último aspecto se relaciona principalmente con la baja inversión del país en Investigación y Desarrollo (I&D), y por la poca alianza o bajo relacionamiento entre la universidad, el sector privado y el Estado para impulsar un modelo de investigación aplicada de largo plazo.

Cuadro No. 1
Resumen de principales aspectos del emprendimiento en Ecuador

Detalle Ecuador Comentario
Índice de actividad emprendedora total (TEA) 24.24% Aproximadamente 1 de cada 4 ecuatorianos piensa iniciar un nuevo negocio o lo ha hecho en los 42 meses anteriores
Tipo de emprendedor Emprendedores por oportunidad Emprendedores por necesidad Relación TEA oportunidad/necesidad Relación del TEA hombre/mujer 18.24% 8.44% 2.16 55% / 45% Es mayor la cantidad de emprendedores por oportunidad, con una distribución similar entre hombres y mujeres. Sin embargo, la relación de TEA oportunidad/necesidad del 2.16 es bajo comparado con países como Brasil (5.6)
Nivel de estudios universitarios / secundarios 28% / 48% La educación tiene mayor incidencia en emprendedores por oportunidad
Mercado de nuevas empresas (local) 60.0% El emprendedor en el Ecuador tiene una fuerte orientación hacia el mercado doméstico
Empresas con oferta de producto innovador empresas nacientes empresas nuevas 19.66% 4.41% Apenas en 4% de empresas nuevas del país ha ofertado productos novedosos para sus clientes, cuando en Argentina el porcentaje es más del doble
Tipo de emprendimiento Comercial Transformación Servicios Extractivo 68.00% 19.00% 7.00% 6.00% Concentración en actividades comerciales que no generan valor agregado
Porcentaje de empresas con más de 20 empleados 6.30% Empleos esperados dentro de 5 años por empresa. Preocupante si países como Argentina superan el 25%
Inversión informal 1.78% del PIB 64.00% 23.00% 13.00% Se carece de fuentes de financiamiento de capital de riesgo
Fuentes de financiamiento Familiares cercanos Amigos Otras

Educación en emprendimiento

Un estudio de la Universidad de Cornell1 resalta que existen dos modelos de educación en emprendimiento: Imán y Radiante (ver gráfico No. 1). La diferencia radica en el lugar dónde se enseña sobre emprendimiento. El primero implica que todos los programas se imparten en una escuela o facultad. Un ejemplo de este modelo es Babson (sin embargo, esto no implica que no puedan asistir estudiantes de otras facultades). En tanto que, en el segundo modelo, los cursos se imparten en varias escuelas. Por ejemplo, en la Universidad de Cornell los cursos se imparten en las nueve escuelas.

Varias entidades educativas disponen de un Centro de Investigación y Desarrollo para el Emprendimiento, que es el punto de referencia desde el cual se implementan las actividades académicas en la temática de emprendimiento. Esto implica que desde el centro se generan los programas de emprendimiento no solo para facultades como la de Administración de Empresas, sino también para otras facultades. Esto permite que las políticas de educación sobre emprendimiento sean dinámicas, de forma tal que incluso un estudiante de diseño gráfico, por ejemplo, puede tomar cátedras relativas a emprendimiento. Esto fomenta el espíritu emprendedor en los estudiantes de la universidad en general. Dicho esto, se entendería que el emprendimiento es considerado un eje transversal del proceso educativo de las universidades que optan por este modelo.

Con respecto al enfoque de la enseñanza de emprendimiento, así como al uso de las herramientas de aprendizaje, durante el XVII Congreso Latinoamericano y del Caribe sobre Espíritu Empresarial llevado a cabo en el año 2006, se dio importancia al desarrollo de las etapas y los elementos para fomentar el espíritu empresarial en un esquema educativo (ver gráficos No. 2 y 3).

En este modelo la clave es desarrollar el espíritu empresarial a lo largo del proceso de formación de los individuos, aplicando las herramientas de conformidad con las distintas etapas de la educación empresarial. En este modelo el docente es un facilitador inteligente, flexible y motivador de las iniciativas empresariales, con capacidad de desarrollar habilidades empresariales con diferentes instrumentos teórico-prácticos.

El National Council for Gradúate Entrepreneruship (NCGE) en su documento sobre Emprendimiento Universitario, pone de manifiesto la necesidad de fomentar un esquema educativo holístico, donde el centro del proceso de formación no debe estar en la capacidad de que el estudiante formule un plan de negocios, sino en el desarrollo de las capacidades para ser un emprendedor, con base en los valores, direccionamiento y pensamiento estratégico, y que conozca e interprete las necesidades de los stakeholders de un mercado cada vez más global.

En algunos planteles de educación se aplica lo que se podría denominar "medios experimentales de educación", donde el docente es una facilitador del proceso de aprendizaje, dotado de instrumentos técnicos y de experiencia práctica. En este y cualquier esquema de educación la malla curricular tiene una importancia fundamental, dado que debe alinearse con los objetivos de la carrera. En América Latina, y particularmente en el Ecuador, se carece de estándares educativos que permitan evaluar la malla curricular de la carrera de emprendimiento, por lo que se necesita acudir a estándares internacionales.

Acciones para impulsar el emprendimiento.

En el estudio de GME se identifican los retos para el emprendimiento, que se resumen de la siguiente forma:

Estos retos no podrán ser superados sin la concurrencia de esfuerzos del Estado, la sociedad civil y la empresa privada, teniendo un rol importante las entidades educativas en general y las universidades en particular, como fuentes de generación del desarrollo.

Perspectivas de la educación y el emprendimiento en el Ecuador

Más allá de las cifras, en los últimos años se puede notar una importante dinámica de relacionamiento entre educación y emprendimiento en el país, es así como los planteles educativos secundarios propenden a generar el espíritu empresarial en sus educandos. Basta recordar las rondas de nuevos negocios que se desarrollan en forma anual, con el apoyo de varias entidades públicas y privadas.

Por otra parte, en varias universidades se está incorporando, en los pensums académicos de las diferentes carreras, módulos de emprendimiento. Algunas universidades van más lejos y tienen carreras completas relativas al emprendimiento y generación de negocios. Esto implica que en el país no hay un solo modelo educativo para desarrollar el emprendimiento, pues este depende entre otras cosas de las condiciones de la entidad, su visión, la realidad del entorno, las condiciones socio-económicas de sus alumnos, etc. En todo caso, los modelos educativos en emprendimiento en el país son aún experimentales y seguramente se consolidarán en el futuro, conforme las experiencias y resultados alcanzados sean exitosos, sistematizados y replicables.

El emprendimiento se potenciará en la medida que, entre otras acciones, se impulse las TICO (tecnologías de información y comunicación), pues estás han modificado las formas de hacer negocios y han creado nuevos negocios, con niveles de inversión relativamente bajos, pocas barreras de entrada y una alta innovación, ejemplo de esto es el desarrollo de negocios relacionados con publicidad y diseño gráfico, donde la tecnología informática ha permitido incursionar a jóvenes profesionales con talento.

REFERENCIAS

  1. STREETER, Deborah y OTROS, University-wide Entrepreneurship Education: Alter- native Models and Current Trenes, Cornell University, Estados Unidos, 2002